lunes, 23 de marzo de 2015

ENSEÑANZAS SOBRE LA ORACION MQV

Poder en La Oración Por Medio De Orar En El Espíritu
Introducción
"…pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos…" (Ro 8:26). Tan extraño como aparenta ser, el poder en la oración es únicamente para los que son suficientemente humildes para reconocer que no saben cómo orar.
El Espíritu Santo está buscando personas como esas, a fin de revestirlas de poder en la oración.
"…el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles" (Ro 8:26).
Únicamente cuando tenemos la capacitación del Espíritu Santo en la oración, es que podemos obedecer el mandato dado por Pablo a los santos de Efeso: "Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu…" (Ef 6:18).
¿Qué significa "orar en el Espíritu"? ¿Por qué es diferente esa oración de las demás formas de oración? Deseo explicar la diferencia en este capítulo.
A. DIVERSAS FORMAS DE ORACIÓN
Existen muchas maneras a través de las cuales podemos allegarnos al Señor en oración. Todas son importantes y tienen su lugar en la Iglesia y en nuestro caminar con Dios.
1. La Oración Contemplativa
Algunas órdenes religiosas han dado toda su vida a la oración. Son devotos a conocer de Dios y se relacionan a su voluntad a través de meditación, pensamientos contemplativos y oración.
Su preocupación por el mundo es básicamente producida por la "intercesión": oración a favor de los demás. Ésta es una forma de oración muy notable e importante. Sin embargo, los envueltos en esa clase de oración raras veces aprenden a "orar en el Espíritu".
2. Libros De Oración
Muchos leen sus oraciones de "libros". Tenemos un libro de oración en la Biblia; se llama el Libro de los Salmos. Cuando tales oraciones son leídas con un corazón que realmente busca agradar a Dios, el Espíritu Santo puede producir la vida de la Palabra Viviente en la Palabra Escrita.
3. Oraciones Dirigidas
Otros repiten "las oraciones dirigidas". La mayoría de nosotros hemos tenido la ayuda de alguien para dirigirnos en nuestra primera oración. Los niños son enseñados a orar por sus padres. A menudo guiamos a las personas a decir "la oración del pecador".
Recientemente presencié un evento agradable y humorístico relacionado con la "oración dirigida" en una iglesia. Al final del servicio, un joven le preguntó a un visitante si deseaba recibir a Cristo como su Salvador.
- "No, creo que no estoy listo para hacer tal decisión", fue la respuesta del visitante. El joven le preguntó: "¿Sabría usted qué orar cuando esté listo?"
- "No, creo que no lo sabría" - fue la respuesta honesta del visitante. - "¿Querría saberlo?" - "¡Sí! Creo que querría."
El joven continuó diciendo: "Esta es la oración que deberá orar. Repítala después de mí". Luego dirigió al visitante en una "oración dirigida" simple de arrepentimiento. Le dijo qué debería orar para invitar a Jesús a entrar a su corazón como Señor y Salvador.
A medida que el visitante repetía la oración, lágrimas comenzaron a descender de sus ojos. Su rostro fue iluminado de gozo. El Espíritu Santo derritió su resistencia y Cristo vino a morar a su corazón, ¡así fue como nació de nuevo!
Sí, Dios honra toda clase de oración si somos sinceros y lo hacemos con fe. Sin embargo, tan maravilloso como pueda ser esto, no es como "orar en el Espíritu".
4. Lista De Oraciones
Otra forma de oración es la que algunos llaman la técnica de la "lista de oraciones". Algunos de nosotros tenemos una lista de necesidades y deseos que llevamos ante Dios en oración. Las escribimos con el fin de no olvidarnos de seguir orando hasta que recibamos la respuesta de Dios.
La lista podría incluir peticiones de oración por nuestras familias, amigos, nuestra iglesia, el pastor, etc. Cuando nuestros motivos son correctos, esto también es una forma de oración que resulta en bendición.
De hecho, Santiago 4:2 nos dice que algunas veces "…no tenéis lo que deseáis, porque no pedís".
Un ejemplo de esto aparece en la historia del "hijo pródigo" (Lc 15:11-31). El hermano menor había pedido y recibido su herencia (su parte de la fortuna de la familia). En rebelión, se fue lejos de su padre y hermano mayor a vivir una vida dada completamente al pecado.
Muchos meses después, se arrepintió y regresó al hogar. Había desperdiciado su herencia; no tenía un hogar donde vivir, ni dinero para comprarse el pan de cada día. Su padre lo recibió con gran gozo de vuelta a su hogar, le perdonó y le hizo una gran fiesta para celebrar el retorno de su hijo pródigo.
El hermano mayor se quejó ante su padre: "...y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos". El padre le respondió: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas". Él podía hacer una fiesta cuando quisiera.
El hermano mayor no había pedido nada, y esa era la razón de no haber recibido. Es evidente que había estado viviendo por debajo de sus privilegios. Si hubiera querido más, todo lo que tenía que hacer era pedir. Ese era su derecho como hijo primogénito.
B. EL ABUSO DE LA ORACIÓN Y LOS DONES ESPIRITUALES
Existen dos errores que podemos cometer en la oración. El primero es olvidar pedir. El segundo es más serio: El pedir con egoísmo, es decir, cuando pedimos algo que es contrario a la voluntad de Dios.
Santiago habla acerca de estos dos problemas. "Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís [conforme a la voluntad de Dios]. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites" (Stg 4:2,3).
1. Orando Con Codicia
La palabra "codicia" es muy fuerte en el lenguaje griego del Nuevo Testamento. Significa cualquier deseo excesivo de parte del hombre. Usualmente, es malo en su naturaleza. Pablo se refiere a esa palabra en sus cartas de amonestación y consejos a Timoteo:
• "…caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas…" (1 Ti 6:9).
• "Huye también de las pasiones juveniles…" (2 Ti 2:22).
• "arrastradas por diversas concupiscencias" (2 Ti 3:6).
Codicia, es desear algo con ardor o vehemencia. Está relacionado con la "envidia" o deseos egoístas y "avaricia", que es desear lo que pertenece a otros.
Esto se expresa a sí mismo de muchas maneras: la codicia por posiciones prominentes, por el poder, por el dinero y los placeres inmorales.
Si usamos las oraciones para recibir cosas que satisfagan nuestros deleites, podríamos correr el riesgo de caer en un gran peligro espiritual. De seguro que perderemos la confianza de Dios debido a la inmoralidad de nuestros motivos. La realidad es que hemos orado impulsados por un espíritu de codicia y avaricia.
Algunos han sido enseñados que la oración es un medio de conseguir cualquier cosa que queramos de parte de Dios. Si usted ha sido enseñado de esa manera, tal vez ni siquiera ha comprendido que está orando impropiamente. La oración no es para adquirir todas las cosas materiales que deseemos. Éstas, son principalmente para descubrir lo que Dios desea.
Nuestras energías y oraciones deben ser enfocadas para "buscar primeramente el reino de Dios y su justicia..." (Mt 6:33).
Dios conoce las cosas que necesitamos y promete suplirlas si procuramos primero el Reino de Dios y Su justicia. Si buscamos las "cosas materiales" más bien que el Reino de Dios, nos estaremos moviendo hacia la dirección que desagrada a Dios y que será espiritualmente peligrosa para nosotros.
2. Orando Impropiamente
Uno de los juicios mayores o terribles que Dios puede enviar sobre nosotros, es concedernos lo que egoístamente insistimos que nos dé en oración. Si nuestras oraciones emergen del motivo erróneo, puede que Él retenga la respuesta por un tiempo. Ahora, si seguimos insistiendo que nos otorgue lo que es impropio en oración, puede que nos lo conceda, sin embargo, con tal respuesta viene el juicio.
El Salmo 106:15 dice lo siguiente acerca de los hijos de Israel: "Y Él les dio lo que pidieron; mas envió mortandad sobre ellos".
Los israelitas se cansaron de la dieta diaria del maná (pan del Cielo). Así que, le pidieron a Dios que le enviara "carne" que comer. "…Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad" (Sal 106:14).
Finalmente Dios les concedió lo que le pidieron, pero con la respuesta les envió una plaga de muerte sobre sus cuerpos. El orar impropiamente o para satisfacer las pasiones [deseos] de la carne, ciertamente puede resultar en algo trágico para nuestras vidas.
3. Los Motivos Y Actitudes Equivocadas
Podemos hacer mal uso o abusar de los dones de Dios. La historia del Profeta Balaam es un buen ejemplo del abuso de un don espiritual (Nm 22-24).
Balaam tenía un Don genuino de Profecía. Sus profecías son las más elocuentes en toda la Biblia. Ninguna de ellas dejó de cumplirse. El problema de Balaam no radicaba en su don o ministerio, sino más bien en sus motivos. Él usó su don para ganar fama y fortuna para sí mismo.
El Rey Balac le prometió oro y gloria si profetizaba para él y maldecía al pueblo de Dios. Le pidió a Dios si podía ir al Rey Balac. "Entonces Dios dijo a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es" (Nm 22:12).
Al principio, Balaam obedeció a Dios y no fue. Pero el Rey Balac le prometió riquezas y prestigio, y Balaam continuó insistiendo ante Dios que le diera permiso para ir a verlo.
Finalmente, Dios permitió a Balaam hacer su voluntad, pero colocó un ángel con una espada en la senda para matar a Balaam. El no podía ver el ángel, pero su asno sí lo vio claramente. La codicia carnal de Balaam por fama y fortuna, había cegado su visión profética. Su fiel asno fue quien le salvó la vida en ese tiempo.
La Biblia nos dice las razones de Dios para engañar a Sus sirvientes desobedientes. "Por esto Dios le envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia" (2 Ts 2:11, 12).
Los motivos y actitudes de Balaam fueron malos. Estuvo dispuesto a maldecir el pueblo de Dios para ganar fama y fortuna personal. Él se complació en "el placer e injusticia". Por lo tanto, Dios le envió un terrible espíritu de error o engaño. Iba por el camino errado sin saberlo. Sus motivos y acciones injustas lo cegaron de tal manera, que no pudo ver la espada que el ángel iba a usar para matarlo.
El resultado final de la historia fue trágico y lamentable, tanto para Balaam como para Israel. Balaam murió por su pecado (Nm 31:8).
Seamos pues como Jesús: "…Padre… pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lc 22:42).
C. EL ESPÍRITU SANTO NOS AYUDA A ORAR
Pablo nos llama y anima a "orar en el Espíritu". Como veremos, esta es una manera segura de evitar las oraciones impropias o desagradables a Dios. Pablo desarrolla este pensamiento en Romanos. Él, Explica cuidadosamente cómo el Espíritu Santo puede ayudarnos a medida que nos rendimos a éste cuando oramos:
"Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos" (Ro 8:26, 27).
Los líderes de la Iglesia afrontan constantemente circunstancias y problemas en los que realmente no saben cómo orar o qué pedir en oración.
Algunas veces los problemas son tan grandes y las vidas de las personas están tan atadas, que no sabemos de qué manera podemos ayudarlas.
También hay muchas clases de problemas: Estos requieren el envolvimiento de personas, decisiones, lugares, finanzas, salud y necesidades espirituales.
Muy a menudo, podemos ver que las vidas de las personas son como redes que se han enredado de tal manera, que parecen una envoltura o lío grande. No sabemos dónde comenzar para tratar de desenredarlas. Queremos hacer lo correcto, de la manera correcta, con la gente correcta, en los lugares correctos y por las razones correctas. Pero ¿dónde comenzamos?
¡Qué consuelo es entender que el Espíritu Santo nos conoce mejor que nosotros mismos! Él sabe quienes somos, donde estamos y como estamos. Él también conoce la voluntad y respuesta del Padre para cada necesidad. Su sabiduría y poder, sustituyen nuestra falta de sabiduría. El Espíritu Santo sustituye nuestras debilidades y deficiencias en la oración. Y más que eso, está presto para poner las palabras que oramos en nuestros labios según la voluntad de Dios. ¿Cómo sucede eso? Eso sucede cuando "oramos en el Espíritu".
1. Orando En El Espíritu
La frase anterior, es usada en el Nuevo Testamento, para describir una clase de oración que sobrepasa las limitaciones de nuestro intelecto y conocimientos.
En Judas 20, somos animados a "edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo".
En Efesios 6:18, Pablo nos dice que entremos a la guerra contra los principados y poderes "…orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu".

a. El Don De Lenguas Dado Para Orar. Pablo explica cómo orar en el Espíritu en 1 Corintios 14:14: "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora…". Uno de los usos principales del Don de Lenguas es "orar en el Espíritu".
"Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios…" (1 Co 14:2).
El usar el Don de Lenguas en oración, es uno de los beneficios benditos de ser bautizados con el Espíritu Santo.
b. El Espíritu Santo Nos Capacita. Cuando nos rendimos a la acción del Espíritu Santo sobre nosotros, comenzamos a "orar en el Espíritu". Pablo nos enseña que tres cosas importantes toman lugar cuando oramos en el Espíritu (Ro 26, 27):
1) El Espíritu Santo nos habilita para orar las oraciones de Dios.
2) El Espíritu Santo nos capacita para sentir los sentimientos de Dios.
3) El Espíritu Santo nos capacita para pensar los pensamientos de Dios.
c. Tenemos Que Rendirnos Al Espíritu.
1) Orando Las Oraciones De Dios.
 En el año 1968, estábamos envueltos en un día de ayuno y oración. Una anciana profeta de nombre Ruth Banks formaba parte del equipo de oración que estaba dirigiendo.
Para mi asombro, cuando ella colocaba las manos sobre la cabeza de alguien y comenzaba a orar, parecía conocer todo acerca de la persona. Oraba por los detalles íntimos de su vida que nadie sabía, excepto esa persona por la cual oraba (y el Espíritu Santo).
Las personas por quienes oraba irrumpían en sollozos de agradecimiento, y las oraciones de Ruth Bank venían directamente del cielo. Sabían que estaba "orando en el Espíritu". Ella se rendía a la acción del Espíritu sobre su vida y oraba las oraciones de Dios.
Esas personas eran animadas al saber que Dios conocía todos sus problemas. Él las amaba lo suficiente como para usar a uno de sus sirvientes para orar por la mayoría de las necesidades desesperadas en sus vidas. La Biblia nos dice que eso es lo que debe suceder cuando permitimos que el Espíritu Santo obre a través de nosotros. "Lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros" (1 Co 14:25).
Le pedí a Dios ese mismo día: "Amado Dios, ayúdame a orar como Ruth Banks ora". Me alegro en reportar que en los años que han pasado desde entonces, el Señor ha contestado esa oración. He aprendido a rendirme a la acción del Espíritu en mi vida.
Él hará lo mismo por usted si emplea tiempo diariamente ante Su presencia, esperando en Él. Usted puede orar las oraciones de Dios a medida que aprende a usar los Dones de Lenguas, Interpretación de Lenguas y el Don de Profecía en oración.
2) Sintiendo Los Sentimientos De Dios. En Romanos 8:26 Pablo nos dice que el Espíritu Santo hace intercesión por nosotros "con gemidos indecibles". La acción del Espíritu sobre nosotros, en oración, puede traer una agonía que es semejante a los dolores de parto que una mujer experimenta cuando da a luz un niño. El Espíritu nos constriñe a orar con gemidos y quejidos tan intensos, que no es posible describirlos con palabras. Es una oración que emerge directamente de nuestros corazones y va directamente al corazón de Dios.
Las Escrituras nos dicen que hubo ocasiones en las que Jesús oró al Padre de esa misma manera.
"…en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente" (He 5:7).
En el año 1960, el Señor me dirigió hacia la nación de Japón. Vino sobre mí una dirección sobrenatural y, en ese viaje misionero, ocurrían milagros tras milagros. Fue en Japón que tuve una de las experiencias más profundas en mi vida. Me encontré como el Profeta Jeremías en los tiempos del antiguo Testamento, llorando casi continuamente por los habitantes japoneses. Lágrimas llenaban mis ojos a medida que los sentimientos del amor y tristeza de Dios saturaban mi corazón.
Dios ama a los japoneses tanto como a cualquier otra nación, y Él me estaba constriñendo a sentir Su amor por ellos. Pero el corazón de Dios estaba muy triste, debido a que Japón no había correspondido a Su amor, por el contrario, le había rechazado al no aceptar el evangelio. También estaba muy triste por la arrogancia e idolatría de éstos.
Durante semanas, de día y de noche (en privado y a menudo en público) incontrolables sollozos emergían de mi corazón como una inundación. Trataba de buscar algún lugar privado para llorar las lágrimas de Dios, pero algunas veces era imposible. Cuando me sucedía esto en público, me avergonzaba, pero sabía que Dios me estaba usando en oración para romper las ataduras espirituales de las tinieblas que cubrían a los habitantes de Japón. Me enteré más tarde que muchos otros predicadores tuvieron la misma experiencia en Japón.
Si nos rendimos a la acción del Espíritu en oración, sentiremos los sentimientos de Dios, y ¡Oh, qué diferencia puede hacer tal cosa! Entonces, no juzgaríamos a las personas tan ásperamente, ya que, entenderemos el amor y los sentimientos de Dios por ellas. Entonces, podremos ayudarlas porque el AMOR NUNCA FALLA. ÉSTE SIEMPRE GANA.
3) Pensando Los Pensamientos De Dios. En Romanos 8:27, Pablo nos enseña lo siguiente: "…el que escudriña los corazones sabe cual es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos".

Podemos evitar orar impropiamente por medio de orar en el Espíritu. Oraremos conforme a la voluntad de Dios. Nuestro ministerio hacia los demás, será una bendición porque revelará la voluntad de Dios. Ese, es un propósito importante para orar en el Espíritu. Dios, a menudo revela Su voluntad a través de la oración a medida que ministramos a otros. Deseo compartir algunos ejemplos con usted.
Durante las reuniones con nuestros compañeros en el ministerio, separamos un día para ayunar y orar. Luego, asignamos líderes para supervisar los equipos de oración, compuestos de cinco o seis santos capacitados espiritualmente. Todo el día es dedicado a orar por las personas que tienen necesidades. Ellas, vienen al equipo en parejas casadas o individualmente si son solteras.
Muchas veces, Dios revela detalles acerca de las personas por quienes oramos. Eso es lo que quiero dar a entender con el tema de: "Pensando los Pensamientos de Dios". Estas percepciones otorgadas por el Espíritu, nos capacitan para ayudar a los que necesitan arrepentirse y dejar de hacer cosas que puedan estar contribuyendo a los problemas que afrontan.
Además, recibimos percepciones del Señor a fin de poder orar por ellas de manera más específica. Todo el equipo de oración mantiene sus mentes y corazones sometidos a la voluntad del Espíritu Santo, a fin de percibir Sus pensamientos y dirección divina.
Cada miembro puede recibir una parte de la voluntad de Dios para la persona que ha venido a recibir la oración. A medida que la revelación viene de esa manera, mediante el Espíritu Santo, los miembros del equipo comparten los pensamientos que ellos creen que proceden de Su inspiración. De esa manera, otros pueden "examinar" o verificar la autenticidad de lo que está siendo compartido.
Nosotros no somos "infalibles" (exentos de errores) cuando nos movemos en los "Dones" [capacitaciones divinas] del Espíritu Santo. Hay sabiduría y seguridad en la percepción de una "palabra del Señor" confirmada o correspondida entre el grupo de oración. Cuando cada miembro del equipo está en armonía o reciprocidad mental respecto a algo, se tiene la seguridad de que poseemos la mente de Cristo. Luego, continuamos en oración siguiendo ese mismo principio de revelación divina.
Este método sigue el patrón bíblico: "Por boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto" (2 Co 13:1). "Asimismo, los profetas dos o tres, y los demás juzguen" (1 Co 14:29).
De esa manera, la voluntad de Dios y Su Palabra se revelan a medida que el equipo espera en el Señor y en cada uno por los pensamientos del Espíritu (mente, voluntad).
a) Tres Ejemplos:
1> Un Espíritu De Enfermedad.
 Un ejemplo de cómo el Espíritu Santo nos ayuda en nuestras oraciones, tomó lugar en esta reunión. Una dama vino para recibir oración relativa a un problema físico. Tenía un ministerio poderoso en la "oración intercesora", orando contra el diablo y sus fuerzas del mal en beneficio de otras personas. Esa es la "guerra espiritual" de la cual hablamos anteriormente en otros artículos.
Mientras orábamos por ella, Dios nos mostró que su problema físico tenía una causa espiritual. Cuando ella oraba contra los poderes de las tinieblas, había sido herida por el enemigo de un golpe que afectaba su cuerpo físico. Un poder del mal era la causa, más bien que una causa natural o física. Ella desconocía esto y había buscado la ayuda de los doctores en medicina.
Confrontamos al diablo y sus fuerzas del mal a través del poder de la oración y la autoridad de la Palabra de Dios. Mientras orábamos en lenguas por ella, un tono muy militante acompañó nuestras oraciones. Comprendimos que estábamos batallando contra un espíritu de enfermedad que la ataba. Ordenamos al espíritu que la dejara libre en el poderoso Nombre de Jesús, y fue liberada al momento.
Recibimos liberación de los pensamientos (percepciones), mente y voluntad de Dios, a través de la oración en el Espíritu Santo. Él nos movió a orar las oraciones de Dios, a sentir Sus sentimientos y a pensar Sus pensamientos.
2> Dejarlo En Manos Del Señor. Estábamos orando por otra dama al fin del día, que tenía un problema difícil. Tenía un esposo y tres hijos adolescentes que requerían de la mayor parte de su tiempo y atención. Además, se había traído a su padre de 96 años de edad para cuidarlo en su hogar.
Debido a su avanzada edad, era como un niño que necesitaba usar pañales [sabanillas] para retener los desperdicios de su cuerpo. Estaba demasiado débil para estar de pie o caminar, así que, su hija tenía que emplear en él veinticuatro horas de cuidado diariamente.
Estaba al umbral de un colapso físico y emocional total por la falta de sueño y descanso. ¿Qué debería hacer?
La Biblia dice: "Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da" (Dt 5:16).
Ella quería obedecer la Biblia, pero el tratar de honrar a su padre le estaba conduciendo a su propia destrucción o muerte.
Para entonces dije: "Oremos en lenguas por unos cuantos minutos para ver si el Espíritu Santo responde a nuestra oración". Mientras el equipo oraba, el Señor impartió algo (me hizo pensar los pensamientos de Dios). Sentí que el Espíritu Santo me reveló lo siguiente:
El Señor había venido para llevarse al padre de esa dama al Cielo. Cuando estaba por morir, ella se tiraba de rodillas junto a su cama y reprendía la muerte, ordenando en oración que viviera. El Señor me dijo: "Debido a que ella ha tomado la responsabilidad de su padre, yo respeto la custodia que ejerce sobre su vida. Cuando ella reprende la muerte y ordena que su padre viva, yo me retiro y dejo que siga viviendo".
Me sorprendí ante tal percepción. Tenía que compartirla con la dama para ver si esa revelación estaba sucediendo en la realidad. Ello, verificaría si tal percepción venía de mis propios pensamientos o de la mente del espíritu. Ella confirmó que su padre había estado al borde de la muerte en varias ocasiones. Que había orado como fue descrito arriba.
Luego, la orientamos amorosamente como sigue. Váyase a su casa y hable acerca de esto con su esposo e hijos. Decidan si pueden dejarlo en manos del Señor. Estará más feliz en el Cielo que aquí; exonérelo de su cuerpo de noventa y seis años para que el Señor se lo lleve. De seguro que Él no permitirá que tenga un quebrantamiento nervioso.
Ella hizo lo que le aconsejamos. La familia oró esta oración: "Señor, si tú quieres llevarte a mi padre al cielo, lo entregamos en tus manos y a tu divino cuidado". Unas cuantas noches más tarde, Jesús vino y se lo llevó al cielo. De esa manera el problema fue resuelto.
Nunca habría pensado en tales cosas en mil años. Pero el Espíritu Santo tenía una simple "Palabra de sabiduría y de Conocimiento" para que nosotros la diéramos a la mujer cuando oramos en otras lenguas (en el Espíritu).
3> Un Negocio En Fracaso. Recuerdo otro caso en el cual un hombre quería que yo orara por él a fin de que Dios salvara su negocio que estaba fracasando, y para que le prosperara financieramente.
Yo le respondí: "Oraré en el Espíritu y le pediré a Dios que responda a esta oración haciendo que piense Sus pensamientos y sienta Sus sensaciones".
Después de orar en lenguas, oré la interpretación:
"Señor, tú has traído este problema sobre este hermano porque él no te ha obedecido. Tú trajiste la prosperidad y bendición sobre él, pero no pagó sus diezmos ni dio dinero para sostener tu obra según lo prometió. Toma todo su dinero y permite que su negocio fracase completamente hasta que se arrepienta y aprenda a obedecerte. ¡AMÉN!"
El hombre estaba enojado conmigo, pero Dios el Padre contestó la oración que el Espíritu Santo oró a través de mis labios. Esto, trajo al hombre al arrepentimiento. Varios años más tarde, regresó a expresarme las gracias. Ahora estaba siendo prosperado y bendecido porque había comenzado a obedecer a Dios.
D. CONCLUSIÓNLa oración, es el derecho y responsabilidad de todo cristiano lleno del Espíritu. Es la manera en que Dios hace Su voluntad aquí sobre la tierra así también como en el cielo. Por tanto, oremos en todo tiempo y de todas las maneras por el pueblo de Dios en todo el mundo.

OraciónPadre nuestro que estás en los Cielos, oramos por todos los que lean esta oración. Te pedimos que derrames tu Espíritu sobre los lectores ahora mismo, a fin de que puedan comenzar a "orar en el Espíritu". Dales que oren en lenguas. Dales que reciban la interpretación de lo que oran en otras lenguas. Haz que sean poderosos en la oración. Que puedan orar tus oraciones, sentir tus sensaciones y pensar tus pensamientos. Te pedimos esto en el nombre de Jesús, creyendo que tú lo harás así. ¡AMÉN!


DEVOCIONAL DIARIO MQV
100 DIAS DE ORACION, DIA 56
LUNES 02 DE MARZO DE 2015
TEMA:. La Calle al Infierno
La Calle del Infierno
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La entrada a la Feria de Abril se realiza por unas puertas anchas que permiten la entrada de miles de personas a la vez
Feria de Abril en Sevilla (Del 8 al 13 de Abril)
Puertas grandes, anchas e iluminadas con miles de bombillas. El encendido es todo un espectáculo multitudinario
La puertas del Real de la Feria, dan acceso a una extensión con más de un millón de metros cuadrados. La avenida principal se llama Calle del Infierno
La ancha Calle del Infierno
Las Escrituras nos enseñan lo fácil que es andar por la “calle” que va al infierno y lo que cuesta entrar en el Reino de Dios
Muchos entran por la puerta ancha y el camino ancho. Multitudes van directos al infierno, no solo en el mes de Abril
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El ancho “camino del infierno”, se recorre con facilidad y muchos son los que van tan contentos por el, sin darse cuenta de su dramático final
Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte (Proverbios 14.12)
Las puertas que llevan al infierno no lo parecen realmente, pero en realidad su fin es camino de muerte
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Saber diferenciar un camino de otro, será lo que determine el destino final de aquel que lo emprenda
Entrad por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella (Mateo 7.13-14)
L os nazis llevaban a sus victimas a los campos de concentración, entrando por puertas donde no se percibía el horror y la muerte
Seis millones de judíos fueron asesinados y muchos no sabían lo que les esperaba en ese infierno
Muchos van andando por el camino ancho, sin darse cuenta que van directos al infierno, al precipicio de la condenación eterna
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Algunos creen que la vida es como un parque de atracciones, donde cada uno tiene el derecho de montarse en todo hasta “morirse de risa”
El “tiket” de la vida se paga al final, cuando salimos de ese “parque de atracciones” en el cual muchos han vivido satisfaciendo su orgulloso ego y que al final no les trae más que amargura
Ven tantas luces, comidas, bebidas, juegos etc. que son cegados por una fantasía, que en realidad les lleva a la muerte
Miles y miles entran cada día por la puerta ancha que les lleva al infierno. Lo dramático que van alegres y contentos como si fueran de fiesta
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Cuando alguien no oye y no quiere ver los reiterados avisos para no entrar por la puerta ancha, nada los podrá sacar del camino al infierno
Infierno
La única posibilidad de salir del camino ancho, es escuchar la voz de Dios y arrepintiéndose empezar a transitar el “camino angosto”
En la parábola del “Rico y Lázaro” , el rico le pide a Abraham que mande a alguien a que hable a su familia, para que no vayan al infierno donde está
 Pero Abraham le dijo: “Si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos” (Lucas 16.31)
Sino escuchan la Palabra de Dios, nada los puede salvar, ni aunque alguno se pudiera levantar de su tumba y les hablara
No podemos dejar de enseñar y predicar que la única forma de salvarse de la condenación eterna, es entrar por la puerta angosta
Veamos lo que enseñan las Escrituras de la Puerta y el Camino Angosto, de los cuales el Mesías habló
“… pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan…”
(Mateo 7.13-14)
Una realidad que no deja lugar a dudas, es que pocos son los que lo hayan. El “camino angosto” cuesta encontrarlo
El Camino que lleva a la Vida Eterna es estrecho y difícil de encontrar, pero una vez en el, lo realmente difícil es perderse, pues está bien señalizado
Las Escrituras nos guían por el Camino de la Salvación hacia la Vida Eterna
¿Qué significa andar por el Camino Angosto? Permanecer bajo la autoridad del Rey de reyes, practicando y obedeciendo las Leyes del Reino, sus Demandas y Mandamientos
Con todo algunos se pierden por su amor al mundo y todo lo que representa, engaños y fantasías incluidas
porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores (1ª Timoteo 6.10)
Solo se pueden extraviar los que están en el Camino correcto, pues los otros están perdidos en la calle que lleva al infierno.
Algunos quieren alcanzar la Vida Eterna por medio de algún atajo , sin esforzarse, sin comprometerse con Dios y con las Demandas de su Reino
Algunos creen que van a ir al cielo, andando por el camino ancho de la mundanidad y la tibieza, disfrazados de creyentes
Creen que porque dicen “Señor dos veces”, ya les vale para salvarse. Quieren andar por el atajo de la tibieza y llegar al cielo
 No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos
(Mateo 7.21)
Para alcanzar la Vida Eterna, hay que vivir andando por el Camino Angosto hasta el final de nuestra peregrinación
No hay atajos que nos lleven al cielo. Vamos por el Camino Angosto al Cielo o andamos por el camino ancho, por la calle del infierno
Dante el famoso escritor describe con toda crudeza, el infierno en su obra la Divina Comedia, esto nos dará una idea de lo que hablamos
La visión de las personas cayendo al infierno nos tendría que conmover y hacernos pensar por donde estamos andando
Estamos a tiempo de reflexionar y dejar de andar por el camino ancho y vivir la práctica del Camino Angosto
 Sed hacedores de la palabra  y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos (Santiago 1.22)
Es tan fácil, divertido, relajante, sin preocupación alguna, ir por la calle del infierno…!Dios mio¡
Las multitudes de luces les ciegan y no ven el precipicio que hay al final de la “calle del infierno”
Muchos entran y pocos salen de una calle que está diseñada para que el hombre no piense y se embelese con las luces del conformismo
¿Qué podemos hacer para ayudar a otros a salir de la calle del infierno?
Comprometernos con Dios, a rescatar a cuanto podamos de una muerte segura ¿Firmarías este compromiso?
1.- Haced discípulos
2.- Enseñándoles
3.- Que guarden todas las cosas que os he mandado
(Mateo 28.19-20).
Solo hay dos caminos trascendentes en la vida, uno ancho y espacioso por donde muchos transitan. El otro es angosto y pocos son los que lo hayan
No todos los caminos llevan al mismo sitio, ponga mucha atención por donde está andando, no sea que esté “paseando por la calle del infierno”
 Yeshua (Jesús) le dijo: Yo soy el camino,  la verdad y la vida;  nadie viene al Padre sino por mí (Juan 14.6)
ORACION: Amantisimo Padre Celestial, te damos todo Honor y toda Gloria, exaltamos tu Santo Nombre, y te pedimos que nos envies a nosotros a ser tus discipulos fieles, a traer a las criaturas a tu redil, por que tu eres nuestro Pastor, ponnos las herramientas, las palabras y preparanos a ser tu proposito en nuestras vidas, a salir y evangelizar a todo ser humano, porque para eso nos has formado a llevar tu Palabra a los confines y ser tus siervos fieles. Te lo pedimos en el nombre Poderoso de Jesus. amen.
Bendiciones y paz amados hermanos
Pr.Gonzalo y Carmen de Jimenez.