Enciende una vida de agradecimiento
Tenemos en nosotros el poder de encender una vida de agradecimiento por medio de darnos nosotros mismos constantemente. El peligro de no ser agradecidos es el ambiente perfecto que se crea para que se geste el centrarnos en nosotros mismos, desilusión y auto indulgencia. Sin una conexión con la eternidad, nuestro aislamiento con Dios crece y crece. Pronto, las expectativas que tenemos para vivir una vida de servicio se reemplazan con una vida de auto importancia, egoísmo. Debemos mantener la flama del agradecimiento encendida en nuestro corazón permitiéndonos que nuestra relación con Dios siga floreciendo.
El estar centrados en nosotros mismos nos mantiene sin poder dar gracias a Dios por los logros de nuestra vida. Lee Jeremias.9:23-24. 23 Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Reflexiona en esta escritura en relación con tu vida. ¿Qué impacto tiene esto en tu acercamiento a la vida? ¿Qué cosas debes continuar haciendo, y que cosas debes cambiar?
Recuerda, El resultado de colocarnos a nosotros en el centro de todo es el colocar posesiones sobre relaciones. Sin una perspectiva eterna, nuestra confianza en posesiones temporales apaga la flama de un corazón agradecido.
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