Como herir el corazón de una mujer en dos pasos (2da parte)
Hemos dicho que de las facetas de la mujer que requieren comprensión son la menstruación y el embarazo, pero también las tensiones diarias que experimenta necesitan ser atendidas.
Las tensiones diarias: Muchas separaciones se dan porque los hombres no logran comprender a sus esposas. No logran comprender que ellas actúan distinto, que vienen programas de forma diferente. Por ejemplo la gran mayoría de esposas que además de trabajar deben velar por las necesidades del hogar están sometidas a mucha presión. Su tiempo es consumido por las exigencias de los demás. Los hijos demandan su tiempo, la casa demanda su tiempo, al igual que el cuidado del trabajo y el esposo. Y aun si no trabajara fuera, igualmente las tensiones diarias son muchas. Al final del día solo quieren un par de oídos que las escuchen y las apoyen. Los hombres debo decir y reconocer que no sabemos escuchar. Ciertamente ellas hablan tres o cuatro veces mas que los hombres pero al menos esperan que sus parejas las comprendan, que las atiendan, que les digan que todo estará bien, y que les ayuden a sobrellevar las cargas del hogar.
Como hombres, repito, aun cuando no estamos diseñados para escuchar, podemos cambiar ese aspecto, y educarnos, para ser mas comprensivos y conscientes que lo que ellas experimentan es un sacrificio a favor de la relación. Por lo cual nos queda ser mas sensibles y no ser tan exigentes. Y no ser tan egoístas y déspotas para demandar mas a nuestra pareja de lo que nos dan. Antes de pretender intimidad con tu pareja, piensa si todo lo que vivió en el día le permitirá sentirse disponible, o motivada a ello. Si bien es cierto que la Biblia nos dice que no debemos negarnos mutuamente, también es cierto que debemos saber comunicarnos para que ambos estemos de acuerdo y conozcamos nuestras necesidades.
Así que antes estos tres elementos, procura ser comprensivo con tu pareja. Atiende su llamado, escucha sus necesidades, y comprende cada etapa de su vida. habiendo dicho esto, veamos cual es el otro argumento que el apóstol Pedro nos dice que debemos cuidar para no herir el corazón de nuestra pareja.
Paso 2: falta de respeto
Además de vivir con las esposas sabiamente, el apóstol Pedro pide que los espososden honor a la esposa como a vaso mas frágil y como a coherederas de la gracia de la vida. Ahora es necesario responder ¿qué significa esto? De nuevo, la NVI dice: tratando cada uno a su esposa con respeto. En otras palabras, los hombres debemos tratar a las mujeres con respeto, o consideración, u honor. Empecemos primero por el respeto a la esposa en distintas áreas.
Respeto a la esposa
El apóstol Pedro esta siendo muy claro al decir que los hombres debemos dar honor a nuestras esposas. Honrarlas, respetarlas, no solo como a personas sino por lo que representan en la familia. Y aclara que ese respeto es porque ellas son como vasos mas frágiles. La figura a la que Pedro esta comparando la delicadeza de la mujer es como la de un vaso de fino cristal, que con un golpecito no tan fuerte puede llegar a romperse con mucha facilidad. Ahora bien, veamos algunas áreas en donde debemos enfatizar nuestro respeto a ellas.
Respeto verbal: Las mujeres son muy sensibles, tanto que una sola palabra puede llegar a destrozar su corazón. Por su puesto, también debo ser claro y no generalizar. Tal como antes las mujeres también son diversas en su manera de ser. Pero la gran mayoría de ellas si resienten con mucha facilidad una palabra grosera, una respuesta brusca o una palabra con un tono muy alto. Todo esto puede llegar a lastimarlas profundamente. En las discusiones lo mejor es aprender a escuchar y luego responder. Y preferentemente evitar seguir discusiones cuando los ánimos ya están fuera de tono. Lo mejor es enfriarse, calmarse para evitar decir una palabra que no salga de nuestro corazón pero vaya cargada de suficiente dinamita como para matarles el corazón.
Muchas mujeres caminan por la vida aparentemente vivas pero muertas internamente. Los esposos se han encargado de matar su auto estima con las palabras que les dicen. El corazón de una mujer se alimenta con halagos, palabras bonitas, con palabras tiernas, con detalles. Cuando somos novios somos poetas pero cuando somos esposos como que nuestra inspiración se acaba. Lejos de matar el corazón de tu pareja con palabras altisonantes y groseras, procura decirle lo mucho que te gusta, lo mucho que significa para ella. Las mujeres necesitan escuchar que son importantes, que lo que hacen esta bien, necesitan escuchar la aprobación de su esposo ante lo que hacen. Recuerda ellas son como vasos frágiles, que pueden romperse fácilmente. Cuida tus palabras, mas bien como dice el apóstol Pablo, que tus palabras sean sazonadas con sal, que sirvan para edificarla, y animarla.
Respeto físico: si las palabras pueden destrozar el corazón de tu pareja, tanto mas puede hacerlo el irrespeto físico. Hay palabras que hieren pero también hay golpes que marcan a una mujer. Vaso mas frágil, ten presente esta frase. Porque tal como el cristal que puede romperse también el cuerpo de tu pareja puede lastimarse. Los hombres por lo general poseemos mas fuerza que las mujeres, el maltrato físico es algo que se da mucho en las parejas que no logran tener buena comunicación, y no tienen dominio propio de sus emociones. Los hombres respetamos a nuestras esposas cuando no hacemos uso del maltrato físico. No puede llegarse a este extremo por ningún motivo. Mas bien es algo que debemos cuidar exageradamente. Ninguna mujer se merece que un hombre abuse de ella físicamente, ni tampoco los hombres merecen ser agredidos. Por lo tanto debe existir muchas vías de escape antes de llegar a cometer tal bajeza. Por ello el apóstol Pablo dice: que los maridos deben amar a sus esposas como aman su propio cuerpo. Nadie puede aborrecer su propio cuerpo, es decir que quien atenta contra la integridad física de su pareja es tal como si se hiciera daño físicamente él mismo. Por lo tanto debemos respetar la integridad física de nuestra pareja.
En nuestro siguiente articulo seguiremos hablando de este tema, mientras tanto haz tu lo posible y deja que Dios haga lo imposible.
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