“…YO SÉ MUY BIEN LOS PLANES QUE TENGO PARA VOSOTROS…” (Jeremías 29:11 CST)
Dios dice: “…Yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros… planes de bienestar… planes de daros un futuro y una esperanza… vendréis a suplicarme, y Yo os escucharé” (Jeremías 29: 11-12 CST). Este año, pregúntale al Señor cuál es Su plan. Es triste desempeñar una función sin estar bien preparado. Es como caminar con zapatos que te hacen daño. ¿Qué se te da bien? ¿Qué es lo que más te gusta hacer? ¿Qué logros te llenan de satisfacción? Enumera cinco momentos de tu vida en los que te hayas sentido sumamente realizado. ¿Te revela algo eso acerca de tu propósito? Sin tener en cuenta el coste económico, ¿a qué dedicarías tus días? ¿En qué se asemeja eso al punto en el que te encuentras ahora? ¿Qué pasos, por pequeños que sean, podrías dar ahora para acercarte a tu verdadero llamado? ¿hacer una llamada, escribir una carta o enviar un email?
¿Qué te han revelado los fracasos acerca de tu propósito? ¿Hay algún aspecto de tu vida que claramente no encaja con tu llamado? ¿A quién admiras por la forma en que ha utilizado sus talentos? ¿Por qué no eres como esa persona? ¿Cómo describirías las perspectivas que tienes para este año? ¿o para los próximos cinco años? ¿o diez? ¿Quiénes de los que te rodean te conocen de verdad? ¿Les has preguntado qué ocupación encajaría contigo? ¿Te han dado alguna pista sobre cómo piensan que deberías utilizar tus talentos? Si pudieras escribir tu propia necrología, ¿qué querrías que dijera? ¿Cómo querrías ser recordado? Ya que empiezas año nuevo, pregúntale a Dios qué plan tiene para ti.
¿Qué perspectivas tienes para este año?
“DONDE NO HAY VISIÓN, EL PUEBLO SE EXTRAVÍA” (Proverbios 29:10 CST)
¿Qué piensas hacer este año que comienza? Aquello en lo que pongas el corazón determinará el uso de tu tiempo y energía. Cuesta el mismo esfuerzo vivir una vida insatisfecha que una realizada. Hace poco, unos científicos descubrieron que el cerebro humano tiene entre 10 y 100 teras de capacidad, lo que significa que a todos nos queda muchísimo espacio para expandirnos. Una de las cosas más gratificantes que puedes hacer este año es fomentar el desarrollo de la mente. “Donde no hay visión [sentido de dirección], el pueblo se extravía” (Proverbios 29:10 CST). La insatisfacción no viene de la ausencia de cosas, sino de la ausencia de dirección. Hay muchos que se limitan a meramente existir, al haberse conformado con menos de lo que Dios tenía para ellos.
La calidad de vida dependerá de tu visión y del esfuerzo que pongas para llevarla a cabo. Por ello, saca un tiempo y haz una lista de las áreas en las que te gustaría crecer este año. Luego, aborda las tres o cuatro más importantes y no te desanimes si alguna no sale adelante. Las cosas extraordinarias no se realizan de repente. Pablo hablaba así de su fe: “Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14). Es un proceso; tienes que seguir insistiendo. Habrá días en los que parezca que das un paso adelante y dos atrás, pero no te rindas. Es mejor morir por algo que vivir por nada. Y si no intentas nada más allá de lo que ya dominas, no crecerás. Entonces, ¿a qué esperas? ¿A esa vida que ya te está esperando? Ponte en marcha.
ORACION: Padre amado, amantìsimo Padre, venimos a tu Presencia Divina, a darte todo Honor y toda Gloria, exaltamos tu Santo Nombre, y nos rendimos a Ti, con corazòn contrito y humillado, venimos a darte gracias primeramente, por tu amor hacia nosotros, y a la vez pedirte nos guìes a toda verdad, guìa nuestro caminar, buscar ese norte que eres Tù,què debemos hacer para agradarte, como lo debemos hacer,y con quienes lo debemos de realizar, engrandece nuestra fè y confianza, que nuestros pies estèn cimentados en la Roca Firme que eres Tù, mi Señor. en el nombre de tu hijo amado Jesucristo, amèn.
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