13 Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. 14 Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel;15 el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos.16 Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya. 17 Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.
RUT 4:13-17
La historia de Rut y Noemí, es realmente alentadora para todos aquellos que están pasando momentos difíciles en su vida, y se sienten desanimados y aún vencidos. Si Usted no la conoce, le recomiendo que lea en la Biblia, el libro de Rut que será de gran bendición para su vida, porque aumentará su Fe superabundantemente.
Rut, era una joven moabita que se había quedado viuda y sin hijos, y que cuya suegra, Noemí, hija del Dios Altísimo, ya no tenía ningún hijo que pudiese ser su esposo y darle descendencia a su hermano fallecido, como se acostumbraba en aquellos tiempos en el pueblo de Israel. Por esta razón, su suegra, le pide que vuelva con su pueblo y su familia; sin embargo, esta joven valiente, declara que solo la muerte haría separación entre ellas y que el Dios de Israel sería su Dios. Esta declaración, sería determinante en la vida de Rut y Noemí, ya que cambiaría sus destinos para siempre.
Ciertamente, estas dos viudas estaban destinadas a la muerte, ya que no podían trabajar, ni tenían quien las sustentase. Sin embargo Noemí tomó una decisión sabia, que fue regresar con su pueblo, donde estaba el Dios de Israel. ¿Y qué creen que pasó? Dios no las desamparó, sino que ya tenía todo preparado para bendecirlas grandemente.
Hermano amado, si te encuentras en una situación parecida a la de Noemí, se sabio y toma la misma decisión que ella, regresa a tu pueblo, regresa a la Iglesia, donde Dios está esperando para bendecirte. No te quedes afuera, lejos de ÉL, donde nada puede hacer por ti, regresa a sus brazos, regresa a la congregación, regresa a Su Doctrina, regresa a Su Amor. Y si todavía no eres parte del pueblo de Dios, declara como Rut, que Jesucristo, el Señor, es tu único Dios y síguelo, ven a la iglesia cristiana, congrega y se parte del pueblo del único y verdadero Dios, que quiere y puede bendecir tu vida.
No te desanimes, no te rindas, sigue batallando; que estas mujeres valientes, que no bajaron sus brazos y siguieron luchando, fueron grandemente bendecidas por Dios, al punto de que Rut llegó a ser la bisabuela del Rey David y parte de la familia de Jesucristo. Podrían haber quedado con las manos vacías; pero por haber vuelto a Dios, sus manos se llenaron sobreabundantemente.
VARÓN Y MUJER DE DIOS, ESTE DIOS QUE BENDIJO A RUT Y NOEMÍ, ES EL MISMO DIOS QUE HOY QUIERE BENDECIRTE. NO IMPORTA QUE TAN DIFÍCIL SEAN LOS MOMENTOS QUE ESTAS PASANDO, REGRESA A LOS BRAZOS DEL SEÑOR, QUE ÉL PUEDE CAMBIARLO TODO.
¿QUIERES BENDICIÓN? SIGUE PELEANDO LA BATALLA HASTA EL FIN.
Si quieres ser Hijo de Dios es necesario hacer la siguiente confesión de FE (Romanos 10:9)
“Señor Jesucristo te recibo como único Señor y Salvador de mi vida; perdona mis pecados y ayúdame a seguirte todos los días de mi vida junto con mi familia”.
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