La Riqueza Verdadera
,“Entonces una mujer llamada Lidia
vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía” (Hechos 16:14).
Muchas de las personas de clase alta en el mundo entero, tienen conocimiento de Dios, y piensan que a su manera lo adoran, igual que Lidia. Sin embargo, ella no conoció a Dios hasta que escuchó el verdadero evangelio y abriera su corazón a Cristo. Notemos la disposición de Pablo y Silas. Fueron donde estaba Lidia y entraron en conversación con ella.
Tengamos la convicción que hay personas como Lidia en el mundo, que tienen hambre y sed de la verdad. Pidamos a Dios que quite las barreras sociales que impidan que el evangelio llegue con poder a la gente adinerada.
Oremos para que Dios nos use a dar testimonio a toda clase de personas. Oremos en especial por los jóvenes profesionales para que reconozcan que su trabajo es su campo misionero. Que puedan formarse grupos de estudio bíblico en ofi cinas, empresas y universidades a lo largo del país, para que las buenas nuevas de Jesús lleguen a la clase alta.
Oración: Señor, pedimos por las personas adineradas de nuestro país; toca sus vidas y convierte sus corazones para que puedan reconocer que la mayor riqueza en este mundo es Jesucristo.
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