lunes, 10 de febrero de 2014

BUENOS DIAS ESPIRITU SANTO

PUEDO CONOCERTE REALMENTE?

Tres días antes de la Navidad de 1973. El sol todavía
estaba saliendo en aquella mañana fría y nebulosa de
Toronto.
De repente El estaba allí. El Espíritu Santo entró en
mi cuarto. El era tan real para mí aquella mañana como lo
es para usted el libro que tiene en sus manos.
En las ocho horas siguientes, tuve una experiencia
increíble con el Espíritu Santo. Cambió el curso de mi vida.
Lágrimas de asombro y gozo rodaron por mis mejillas al
abrir las Escrituras, y El me dio las respuestas a mis
preguntas.
Parecía que mi cuarto se había elevado al hemisferio
del cielo. Y yo quería quedarme allí para siempre. Había
acabado de cumplir veintiún años, y esta visitación fue el
mejor regalo de cumpleaños o Navidad que jamás yo haya
recibido.
Al final del pasillo estaban mi mamá y mi papá. Ellos
posiblemente nunca entenderían lo que le estaba pasando a
su Benny. En realidad, si ellos hubieran sabido lo que yo
estaba experimentando, podría haber sido el punto de
rompimiento de una familia que ya estaba al borde dedesmoronarse. Por casi dos años —desde el día que yo le di
mi vida a Jesús— no había comunicación entre mis padres
y yo. Era horrible. Como el hijo de una familia inmigrante
de Israel, yo había humillado la familia rompiendo la
tradición. Ninguna otra cosa en mi vida había sido tan
devastadora.
En mi cuarto, sin embargo, había puro gozo. Sí, era
inefable. Sí, ¡estaba lleno de gloria! Si se me hubiera dicho
sólo cuarenta y ocho horas antes lo que estaba a punto de
pasarme, yo habría dicho: "De ninguna manera". Pero desde
ese mismo momento, el Espíritu Santo se hizo vida en mí.
Ya El no era la lejana "tercera persona" de la Trinidad. El
era real. Tenía personalidad.
Y ahora yo lo quiero compartir contigo.
Mi amigo, si estás listo para comenzar una relación
personal con el Espíritu Santo que sobrepasa todo lo que
has soñado posible, continúa leyendo. Si no, déjame
sugerirte que cierres la cubierta de este libro para siempre.
Así es. ¡Cierra el libro! Porque lo que estoy a punto de
compartir transformará tu vida espiritual.
De^ repente te sucederá a ti. Puede que sea cuando
estés leyendo. Quizás cuando estés orando. O cuando vayas
de camino a tu trabajo. El Espíritu Santo va a responder a tu
invitación. El va a llegar a ser tu amigo más íntimo, tu guía,
tu consolador, el compañero de toda tu vida. Y cuando tú y
El se encuentren, dirás: "¡Benny! ¡Déjame decirte lo que el
Espíritu ha estado haciendo en mi vida!"



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