DIA 53 JUEVES 27/02
“Y viendo Jesús a la multitud alrededor de sí, mandó pasar a la otra parte
del lago. Y llegándose un escriba, le dijo:
Maestro, te seguiré a donde quiera que fueres. Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el
Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza. Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dame permiso para que vaya
primero, y entierre a mi padre. Y Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos”. Mateo 8:18-22
Seguir a Jesús nunca ha sido fácil. Con frecuencia implica pagar un alto costo. Sin embargo, ser discípulo de Jesús es una inversión que repercute por la eternidad. Cuando Jesús invita a sus discípulos a mirar el campo que está listo para la siega, está imprimiendo en la vida de sus seguidores la urgencia de comunicar la verdad de salvación con prontitud.
La gente se encuentra necesitada y requiere atención con urgencia. El discipulado al cual Jesús nos invita es un discipulado
radical. Es tan radical como su exigencia, obediencia absoluta a sus mandatos. Por esto, pedir en oración volver nuestro rostro hacia el Señor en un mover de su presencia en nuestras vidas, es simplemente aceptar la radicalidad del discipulado al cual nos invita el Señor. Es aceptar de manera integral la enseñanza de Jesús de estar dispuestos no sólo a navegar en su barca sino literalmente ser discípulos sometidos a navegar en aguas profundas. Se dice que el creyente es un diamante en proceso de corte en el taller del maestro; pero, me gusta más la imagen del creyente como semilla cuyas posibilidades de crecimiento no tienen límites, salvo lo que al Padre le place hacer en nosotros.
Amado hermano, buscar un mover de su presencia en nuestra vida es aceptar obediencia radical a aquel cuya gracia
amorosa y ‑delidad nunca fallarán. Nuestra oración es que si vamos a pedir un mover de su presencia en nuestras
vidas, hoy estemos dispuestos no sólo a escuchar la voz de Dios sino que a aceptarla y hacer lo que él nos pida. El discipulado
radical es un proceso de autonegación y renuncia a la comodidad, seguridad y posición social.
Oración: Dios te pedimos que volvamos nuestro rostro hacia ti en búsqueda de un mover de tu presencia
en cada una de nuestras vidas y de cada iglesia.En el nombre de Jesus.amen
Maestro, te seguiré a donde quiera que fueres. Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el
Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza. Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, dame permiso para que vaya
primero, y entierre a mi padre. Y Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos”. Mateo 8:18-22
Seguir a Jesús nunca ha sido fácil. Con frecuencia implica pagar un alto costo. Sin embargo, ser discípulo de Jesús es una inversión que repercute por la eternidad. Cuando Jesús invita a sus discípulos a mirar el campo que está listo para la siega, está imprimiendo en la vida de sus seguidores la urgencia de comunicar la verdad de salvación con prontitud.
La gente se encuentra necesitada y requiere atención con urgencia. El discipulado al cual Jesús nos invita es un discipulado
radical. Es tan radical como su exigencia, obediencia absoluta a sus mandatos. Por esto, pedir en oración volver nuestro rostro hacia el Señor en un mover de su presencia en nuestras vidas, es simplemente aceptar la radicalidad del discipulado al cual nos invita el Señor. Es aceptar de manera integral la enseñanza de Jesús de estar dispuestos no sólo a navegar en su barca sino literalmente ser discípulos sometidos a navegar en aguas profundas. Se dice que el creyente es un diamante en proceso de corte en el taller del maestro; pero, me gusta más la imagen del creyente como semilla cuyas posibilidades de crecimiento no tienen límites, salvo lo que al Padre le place hacer en nosotros.
Amado hermano, buscar un mover de su presencia en nuestra vida es aceptar obediencia radical a aquel cuya gracia
amorosa y ‑delidad nunca fallarán. Nuestra oración es que si vamos a pedir un mover de su presencia en nuestras
vidas, hoy estemos dispuestos no sólo a escuchar la voz de Dios sino que a aceptarla y hacer lo que él nos pida. El discipulado
radical es un proceso de autonegación y renuncia a la comodidad, seguridad y posición social.
Oración: Dios te pedimos que volvamos nuestro rostro hacia ti en búsqueda de un mover de tu presencia
en cada una de nuestras vidas y de cada iglesia.En el nombre de Jesus.amen
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