DIA 50 LUNES 24/02
Siervos que hacen la voluntad del Padre
“Me complace hacer tu voluntad Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón” Salmos 40
Amor y obediencia van de la mano en nuestro caminar cristiano. No podemos decir que amamos a Dios si no le obedecemos. Actualmente, estamos insertos en medio de una cultura evangélica que camina cada día más en pro de las emociones antes que de las convicciones. Nos estamos convenciendo que con sólo dar pequeñas muestras de espiritualidad con eso basta en nuestra devoción al Señor.
Cuando recordamos que las mayores crisis espirituales que enfrentamos nacieron producto de nuestra falta de obediencia al Señor es ahí cuando debemos reflexionar en lo que verdaderamente es amar a Dios.
Es por ello que necesitamos levantar nuestro clamor al Señor para que él nos haga siervos y siervas que le amen y obedezcan por sobre todas las cosas, pues no hay dolor más grande con el cual debemos cargar cuando en nuestra intimidad con Dios sabemos que vivimos en base a las apariencias lo cual refleja que efectivamente no amamos a Dios. Pero, así también no hay mayor gozo al descubrir que estamos cumpliendo con la voluntad del Señor para nuestras vidas.
Oración: “Señor pedimos que los pastores te amen a ti con todo su corazón y busquen hacer tu voluntad”.
“Me complace hacer tu voluntad Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón” Salmos 40
Amor y obediencia van de la mano en nuestro caminar cristiano. No podemos decir que amamos a Dios si no le obedecemos. Actualmente, estamos insertos en medio de una cultura evangélica que camina cada día más en pro de las emociones antes que de las convicciones. Nos estamos convenciendo que con sólo dar pequeñas muestras de espiritualidad con eso basta en nuestra devoción al Señor.
Cuando recordamos que las mayores crisis espirituales que enfrentamos nacieron producto de nuestra falta de obediencia al Señor es ahí cuando debemos reflexionar en lo que verdaderamente es amar a Dios.
Es por ello que necesitamos levantar nuestro clamor al Señor para que él nos haga siervos y siervas que le amen y obedezcan por sobre todas las cosas, pues no hay dolor más grande con el cual debemos cargar cuando en nuestra intimidad con Dios sabemos que vivimos en base a las apariencias lo cual refleja que efectivamente no amamos a Dios. Pero, así también no hay mayor gozo al descubrir que estamos cumpliendo con la voluntad del Señor para nuestras vidas.
Oración: “Señor pedimos que los pastores te amen a ti con todo su corazón y busquen hacer tu voluntad”.
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